El pasado viernes tuvimos el privilegio de visitar uno de los monumentos más emblemáticos de nuestra ciudad: la Catedral de Oviedo. Un lugar lleno de historia, arte y arquitectura impresionante que nos dejó sin palabras.
Paseamos por sus majestuosos pasillos, admiramos su impresionante fachada y disfrutamos de la tranquilidad que se respira en cada uno de sus detalles. Un verdadero viaje al pasado que nos conectó con la esencia de nuestra ciudad y nuestra cultura.
Fue una experiencia única que nos permitió conectar con el pasado mientras disfrutábamos de la belleza de este monumento.